Historia de Hurtan



HURTAN (1.994...) (Entre 2004 y 2006 pasa a denominarse MHURTAM, y en 2006 nuevamente Hurtan)

Hurtan es la marca comercial de Talleres J. Hurtado, emplazados inicialmente en la localidad de Maracena (Granada).

Juan Hurtado. Es el primer y único mecánico español que fabrica automóviles a mano. De forma completamente artesanal, sin más máquinas que la de coser las tapicerías, con mucho «coraje, empeño, pasión, profesión» y, lo que no tiene menos mérito, a precios de Ford Mondeo.

Opera el milagro en su taller de Maracena, un apéndice de Granada, que también ha hecho realidad el sueño de tantas familias de ocupar un piso, aunque sea en el extrarradio de la capital.

Allí fue a parar el manitas almeriense en 1969, si bien su adicción «natural» al motor había arrancado mucho antes. Y en quinta marcha. De niño, dibujaba bólidos sobre los senderos de tierra y, tras abrirles la puerta, jugaba a meterse dentro y a dejarse conducir por la imaginación. A los 17 años, trabajaba en Barcelona en la producción de las cabinas de Pegaso; a los «20 ó 22», era el encargado de la cadena de montaje del Seat 800 -el 600 cuatro puertas-, y en la mili pasó «más tiempo en casa que en Cartagena», gracias a los permisos con que le premiaban los mandos a los que reparaba sus vehículos.

A partir de un Clio

En una de esas libranzas, se cruzó en su camino una granadina y Juan decidió dar un volantazo a su vida para seguirla. Montó un taller de reparaciones en los dominios de La Alhambra. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que ser «el mejor mecánico de la provincia» no le llenaba, ni siquiera los bolsillos. Lo suyo no era dejar automóviles como nuevos, sino hacerlos nuevos. En vez de curarlos, concebirlos. Y por métodos naturales. Ahora bien, tras dar de comer a cuatro hijos, no le quedaba tiempo para gestar su idea. Sólo ratos libres de los que, por fin en 1994, nació su primer coche casero: el Hurtan T1, capaz de pasar de 0 a 100 kilómetros en apenas quince segundos y de retroceder en un instante cuatro décadas marcha atrás. Hay que mencionar, no obstante, que en los años 80 ya había construido algunos coches de tipo KitCar como la réplica del Austin Seven.

Todos los modelos de la marca Hurtan -T1, T2 y Albaycín- recrean clásicos de los cuarenta y cincuenta. Y, en ciertos aspectos, hasta los superan, al conciliar su aspecto antiguo con una mecánica de última generación que les ha llevado muy lejos: hace nada, al salón Auto Retro de Barcelona; y, aun antes de estar homologados, en 1995, a la Feria Mecánica de Granada.

«Un amigo me pidió el prototipo para decorar su 'stand' y, al día siguiente, estaba en las primeras páginas de todos los periódicos». Y en el deseo de caprichosos conductores de clase media ascendiendo a alta, interesados en un vehículo que, aunque alcanza 160 kilómetros por hora, está concebido para pasearlo por caminos vecinales y ante las narices del vecino.

Sin prisa, y con todas las pausas que se antojen. Desde que los quince operarios del taller se ponen manos a la obra -sólo manos- hasta que entregan un coche, también en mano, pasan entre 300 y 500 horas de trabajo. Parten de un Renault Clio, del que aprovechan sólo motor, frenos, suspensión y dirección. Cada una de estas piezas se encaja en una carrocería de fibra de vidrio, ésta sí fabricada en la nave a partir de un molde de elaboración propia.

A la medida

El resto de componentes y accesorios los elige el cliente. En dos o cuatro plazas, los Hurtan se montan literalmente a medida, al extremo de que se toman las de las piernas del piloto para calcular la distancia entre los pedales y el asiento. Por exclusiva que sea la tela o el cuero escogido, extraño su tinte y originales sus acabados, Romualdo se las apaña para confeccionar cada tapicería en no más de cuatro días, capota corredera de lona incluida.

La sujeta con lustrosas tuercas metálicas, mientras su jefe le «atornilla» a él. «Pero porque quiere dar una calidad muy alta», le excusa el empleado. Las llantas, las manillas, los embellecedores o el tapón de la gasolina los encarga al proveedor de los legendarios Morgan; las moquetas que se pliegan a los pies de los viajeros son igualmente importadas, el tubo de escape despide una estudiada sonoridad años cincuenta.

Nadie se desespere buscando el claxon. Está en el salpicadero y es un interruptor de palanca como los de las luces e intermitentes. Por cierto, no se apagan automáticamente al recuperar la dirección. Tampoco se incorpora cierre centralizado, GPS o ABS. Sí aire acondicionado, un error de fidelidad a la historia que cualquiera sabrá perdonar al sol que abrasa el califato.

Primeros concesionaros

Hecha la excepción y nada más adosar al maletero el cesto de mimbre diseñado 'ex-profeso' para el pic-nic y accionar el arranque manual, el conductor pierde la noción del tiempo. No le ayudan a recuperarla los relojes ni cuentakilómetros, cuyas saetas, aun sin ser digitales, se enfrentan al más traicionero pavimento sin echarse a temblar.

La suspensión se revela, ciertamente, excelente, a pesar de que Hurtan ha atravesado cantidad de baches. Tras una década de desvelo, «hoy es el día en que las instituciones locales no creen en nosotros», se quejan. Y eso que no es una cuestión de fe, sino de realidad: 350 coches de la casa circulan por las carreteras europeas y son quince los compradores en lista de espera. Tardarán más de un trimestre en estrenarlo, toda vez que la producción anual está estabilizada en sesenta unidades.

Quizás disminuya, incluso. A cuatro meses de rebasar los sesenta años y probada su habilidad para componer vehículos, Juan Hurtado se fija como próxima meta hacer negocio. «Hasta ahora, no he ganado una peseta», promete. Para ello, está dispuesto a subir precios, a inaugurar sendos concesionarios en Madrid y Barcelona antes de fin de año, así como un negocio de rutas turísticas a bordo de automóviles de época. Y a donar un ejemplar de su último modelo, el Albaycín, a una entidad benéfica. «Eso, cuando nos desahoguemos un poco». Así que habrá que esperar: el sofocante verano de Granada empieza a calentar motores.


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La Historia oficial de la Web de Hurtan (entre 2004 y 2006 con la nueva denominación MHURTAM (ver historia))

La historia de esta empresa familiar, se inicia en 1943 con el nacimiento en el pueblo almeriense de Abla, de Don Juan Hurtado González, fundador de la saga empresarial actual y Presidente en activo del Grupo Mhurtam. Desde su infancia, Don Juan aprendió a utilizar manualmente todo tipo de materiales metálicos y herramientas especiales, para dar formas curiosas y necesarias a objetos y utensilios que facilitaban la vida y las tareas de los habitantes de la época.

En el año 1967, abrió su primer Taller de reparaciones mecánicas, en la provincia de Granada, especializándose en reparaciones complicadas de carrocerías, lo que permitió que su verdadera vocación de creador, constructor y transformador, fuera tomando cada vez más presencia en su actividad profesional.

En el año 1991, Don Juan desarrolla los primeros planos y cálculos de proyección de lo que sería su primer modelo de Auto estilo clásico, diseñado totalmente de forma personal e inspirado en los viejos modelos de los años 40 & 50, que tanto admiraba. Con la ayuda de sus cuatro hijos y con el apoyo de su esposa, que se implican de forma colectiva en el proyecto, en el año 1992, ve la luz el Modelo T-2, seguido poco después por el T-2+2. Se trataba de unos auténticos roadster de dos y cuatro plazas, con motorizaciones del Renault 4, y con una carrocería fabricada completamente por la familia Hurtado, que de esta forma empieza con la comercialización y distribución de sus primeras unidades diseñadas, transformadas y construidas integralmente por ellos.

En el año 2002, con un nuevo prototipo el Modelo Preserie-C, se consigue de forma definitiva la homologación técnica oficial, las Patentes y los Registros Internacionales de las estructuras de seguridad y de las cumplimentaciones de orden industrial, que con una plataforma del Renault CLIO 1, perfilan el modelo Albaycín, que entra en construcción desde principios del 2003 y que con dos modelos distintos, un roadster, dos plazas con líneas deportivas y un cabriolet con cuatro plazas y dos puertas, se comercializó y distribuyó hasta finales del 2004, por varios países europeos y por todo el territorio nacional con un impacto sin precedentes en el sector español y con una magnífica acogida y un espectacular éxito, tanto entre los amantes en general de los Autos Clásicos, admiradores de los estilos más puros y elegantes, como por los profesionales de los medios de información del sector automóvil en particular, que veían de esta forma, como el viejo sueño de Don Juan, tomaba ya trazas reales y tangibles de convertirse en una realidad contundente e imparable.

En Diciembre del 2004, como consecuencia de la evolución continua y de la envergadura de los retos planteados, se constituye la nueva y actual plataforma empresarial MHURTAM EUROPEAN GROUP (Ver historia Mhurtam), que vincula de forma ideal y complementaria a la familia Hurtado con don Juan Ramos, que aporta su amplia experiencia en el control de gestión y comercialización internacional y en el diseño y ejecución de Planes de Marketing específicos para la consolidación de mercados. Las sinergias de esta unión ha permitido como primera iniciativa conjunta, la puesta en marcha de un Plan de Actuación denominado PLV-2010 y que ha supuesto el inicio de la construcción de una nueva colección de Autos denominada Serie MMX, compuesta de tres modelos y nueve versiones, para tres potencias de Inyección Multiválvulas de motores actuales de Renault , en 1,2l -75CV, 1,4l -100CV y 2,0 sport -182CV, con 16 V en todas las versiones y la más completa y moderna tecnología del siglo XXI, en sistemas de seguridad y de mejora de la conducción.

La estrategia del Programa en marcha, ha supuesto la activación de gestiones para conseguir el cierre progresivo de negociaciones de distribución y representación, que permitirán de forma escalonada que las futuras creaciones de la nueva marca MHURTAM, puedan ser adquiridas por propietarios de hasta 42 países distintos de los cinco continentes, a donde se irán enviando en los próximos años, en cupos de unidades cerrados, negociadas previamente con las más importantes firmas de distribución automovilística en cada uno de los nuevos mercados, hasta agotar los objetivos de la Serie MMX, cifrados en 1.300 unidades en su totalidad.

Para ello y como una consecuencia empresarial inmediata para poder responder a todos los acuerdos de comercialización y distribución internacional que se establezcan, la nueva Plataforma Empresarial, acometerá en el año 2006, la construcción y puesta en funcionamiento de una nueva Planta donde se consoliden y se fortalezcan todos los procesos de construcción y transformación en general, que permiten que cada uno de los “MHURTAM MMX” que salgan al mercado, reciban una atención personalizada y manual, en el 85 % de sus procesos, siendo todos ellos tutelados y asumidos íntegramente por la propia compañía.

La Historia continua con la tercera generación de la familia Hurtado, creciendo paralelamente, al prestigio y a la consolidación de un sueño hecho realidad, con esfuerzo, audacia, perseverancia, mucha dedicación y una mirada puesta en el horizonte, que antes o después será atravesado por un Automóvil realmente exclusivo, inigualable, irrepetible, numerado, incomparable en su belleza e insuperable en la fusión de la fiabilidad y la seguridad de su tecnología y en la durabilidad de su motorización.

La Historia de una mente prodigiosa y pionera, la del fundador de esta dinastía , Don Juan Hurtado, que pasará de padres a hijos, compartiendo las labores de salvaguarda de los principios éticos y profesionales que han otorgado a la marca actual de la casa “MHURTAM”, la solidez y la credibilidad de los auténticos pioneros, mitad aventureros, mitad soñadores, finalmente empresarios activos que recogen después de sembrar y de cuidar con el paso del tiempo un fruto, que nació para ser compartido.
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